Un poco de imaginación, algunas flores y muchas cosas ricas para comer; ese es nuestro secreto.
Palmeritas caseras, napolitanas de chocolate, muffins de choco 70%, cookies, brioche integrales con pavo y queso a las finas hierbas, brochetas de fruta y un buen zumo de naranja natural. Después de este desayuno, nuestros clientes estaban listos para afrontar lo que les quedaba de día.
Repetiremos el mes que viene.